HISTORIA DE LA ESCOLARIZACIÓN: LA ACTUALIDAD.

En la opinión de algunas personas, los sistemas educativos de los países más desarrollados están formando estudiantes de un nuevo tipo, adecuados a las exigencias de la nueva economía y a la división internacional del trabajo. Para ello el saber debe ser dividido en parcelas, en un proceso que forme mentes dúctiles, flexibles, elásticas, en la que no haya lugar para la diversidad.

Los niños, en la actualidad, presentan una mayor madurez en lo que respecta a la lógica y a la racionalidad. Ésta es una observación de algunos investigadores, pero también de profesores y padres en contacto con los más pequeños en distintos ámbitos educativos. La intelectualización del desarrollo de la personalidad es evidente. Y toda la infancia se organiza en torno a este hecho. Se ha adelantado la escolarización a los tres años, el tiempo libre se procura que sea dedicado a algún tipo de aprendizaje, didáctica estructurada con criterios de productividad, visión del tiempo como una oportunidad para acumular nociones, transformación de la familia en un núcleo de consumo que delega la educación en el sistema. El resultado son individuos monodimensionales, desarrollados cognitivamente pero con muchas otras carencias.

El colegio, al procurar la más precoz toma de contacto con el mundo, se convierte en la institución por excelencia. El profesor cambia sus funciones pasando a ser un técnico cada vez más especializado en su materia. Pierde su función de conciencia crítica (si alguna vez lo fue, claro).

Four Hands

HISTORIA DE LA ESCOLARIZACIÓN II

El estado ha querido justificar su intervención en la escolarización afirmando que trataba de abolir el trabajo de los más jóvenes en fábricas y minas. Los operarios, en su mayoría, deseaban un futuro mejor para sus hijos, motivo por el que les enviaban a la escuela y a cursos de formación, que duplicaban su número de año en año debido a la gran demanda. La alfabetización entre las clases más bajas aumentó.

 

Estos motivos pueden ser aceptables para consentir la intervención estatal en la escolarización. Pero no necesariamente lo son para que la intervención toque todos los puntos de la educación. Que se sea favorable a la instrucción de quien menos medios económicos tiene no significa, por fuerza, que se tenga que hacer a través de la asistencia obligatoria a la escuela estatal. ¿Acaso no existen otros medios para promover y acceder a la formación?

 

En Francia y en Prusia el modelo de educación estatal se basó en gran parte en ideas nacionalistas. Las escuelas se convirtieron en un lugar excepcional para la difusión de dichas ideas. Otros estados aprendieron la lección, nunca mejor dicho, y la aplicaron en sus propios territorios. Se intentó limitar en gran medida las influencias exteriores, como la de los padres, cuya participación pasa a ser escasa y con poco poder de decisión. O la del resto de la comunidad.

A Modern School

 

Así que las escuelas estatales pasan a ser centros financiados por todos, con independencia de si hacen uso o no del servicio o de si requieren otros adicionales como clases particulares o cursos especializados (música, un deporte u otros) o del material escolar. A menudo se fija una edad de instrucción obligatoria, enviando a la policía o a los jueces a quien no cumple con ello en algunos países. Los profesores son formados por el proprio estado y deben transmitir los conocimientos que éste fija. Currículum, material didáctico y métodos de enseñanza deben ser generalmente aprobados por el estado. Los estudiantes vienen distribuidos según su edad cronológica, no según sus intereses o capacidades. El grupo es más o menos numeroso en función de los recursos disponibles y está bajo la dirección de uno o varios maestros a los que los niños deben escuchar atentamente para ser capaces de memorizar las nociones transmitidas. No se discute ni el contenido ni la forma de aprender y enseñar.

 

Al final, si se han cumplido los trámites, se recibe un diploma que raramente refleja las cualidades y capacidades de las personas. A diferencia de cuando era la comunidad a enseñar y quien destacaba en un ámbito se convertía en el transmisor de ese conocimiento de manera informal, los profesores pasan a ser profesionales. Muchos de los individuos de clases bajas que se sintieron orgullosos de lo que habían aprendido en la escuela pasaron a su vez a ser profesores. Mientras fue la comunidad quien vigilaba su trabajo y lo financiaba, a menudo con escasos medios, la insatisfacción crecía. Así que el paraguas estatal fue bien recibido por este colectivo, así como por el de otros empleados que trabajan en el engranaje de esta gran maquinaria.

 

Si hay tres aspectos negativos de la existencia de la educación estatal son: la desvalorización de los padres, la desvalorización del aprendizaje y la negativa visión que proporciona de la actividad de aprender. La obligatoriedad de la escolarización lleva a pensar que los padres se despreocuparían de la instrucción de los hijos. Si bien hay casos así, la generalización a todos los padres ha llevado a adjudicar la tarea a un grupo de figuras profesionales que toman todas las decisiones. Por la misma razón se desvaloriza el aprendizaje. Se asume que si no fuera obligatorio, los estudiantes preferirían ser ignorantes. La motivación personal desaparece completamente al entrar la obligatoriedad. Y la visión particular sobre la actividad se debe a que la escolarización se convierte en el agrupamiento de los niños y adolescentes en un edificio en el que se pierde el contacto con la vida externa, que pasa a ser algo ajeno, que sucede más allá de los muros escolares y que no tiene ninguna conexión con lo que pasa dentro de ellos. Parte es debida a la gran división entre actividad manual y actividad intelectual.

 

El efecto sobre algunos niños de esta obligación de escolarizar es tal que, como Einstein afirmó, una vez que pasó el examen final no le quedaron ganas de acercarse a ningún problema científico durante al menos un año. Edison tuvo más suerte, ya que su madre intuyó los problemas de la diferente inteligencia de su hijo en la escuela y decidió educarle en casa. Twain, sin embargo, decidió que la escuela no interferiría con su educación. Supongo que con ello quiso decir que siguió sus propios intereses y motivación fuera de la institución.

 

Los críticos de la escuela han proliferado desde los años 60 del siglo XX. Illich, Holt o Goodman son bien conocidos en el mundo de los homeschoolers. En la escuela estatal se propone una enseñanza centrada en el profesor, mientras que Montessori propone que sea centrada en el niño, que se focalice a través de actividades como afirma Dewey o que no tenga ningún tipo de obligatoriedad como quiere Neill.

 

En la actualidad hay realidades alternativas a la escuela estatal como los colegios privados (de índole religiosa o no, elitistas o no, cooperativas de padres, etc) o la educación en familia. Y la idea de que enseñanza= escolarización se ha difuminado. Hay otras posibilidades como ser autodidacta, cada vez más fácil gracias a lnternet. O los cursos personalizados. Aprender no es un proceso limitado a una etapa (inicial) de la vida, es un proceso que dura hasta el momento en que ésta se acaba. No es una obligación desagradable, sino una experiencia estimulante y natural, creativo y no repetitivo. Que lleve a un desarrollo personal.

HISTORIA DE LA ESCOLARIZACIÓN (I)

La humanidad, desde sus inicios ha aprendido a través de la observación e imitación de los comportamientos útiles, y a través de la experimentación y la invención. Vivir y aprender eran sinónimos, no eran conceptos que se pudieran separar. En realidad, el aprendizaje es un proceso que dura toda la vida.

Las primeras escuelas surgen en Egipto y Babilonia. Centros en los que enseñaba a leer y escribir y a calcular. Más tarde, en Grecia, los socráticos proponen un sistema de preguntas y respuestas que llevan al alumno a sacar lo que, inconscientemente, ya sabía. Los sofistas, en cambio, proponen un método basado en la persuasión focalizado en que los hijos de las élites ganaran batallas dialécticas. La importancia que da al uso de las palabras marca el concepto de educación en los siglos posteriores. Las escuelas conocieron un gran auge durante el Imperio Romano. Pero cuando éste cayó, se volvió a la formación en familia y entorno más cercano a través de las actividades cotidianas. Son los clérigos los que conservan la separación sofista entre enseñanza de tipo más formal y formación práctica. Ellos se centran en la memoria y en el uso de lenguas como el latín y el griego, materias fundamentales en la Edad Media, sobre todo para quien aspiraba a una profesión más cualificada, como médico o abogado.

Pero es a partir de la Revolución Industrial que se multiplica el número de escuelas junto con los recursos materiales y el tiempo que se dedica a la instrucción formal de la infancia. En Prusia se decreta en 1763 la obligatoriedad de frecuentar el colegio para todos los niños entre cinco y trece años. Contemporáneamente, en Francia, se crea un sistema educativo jerárquico y centralizado que controlaba todas las escuelas locales. Napoleón encontró en la educación estatal un medio para producir administradores preparados y oficiales del ejército fieles a su persona. Para ello creó la Universidad Imperial, una especie de ministerio de educación actual. Se redujo el número de escuelas católicas y se prohibió que el clero enseñase. Se eliminó la religión del currículum. Los colegios comenzaron a financiarse a través de impuestos.

Otros países europeos imitaron el modelo y se difundió la educación estatal. Hasta el punto que en muchos lugares se identfica educación con escuela y escuela con escuela estatal. El modelo triunfa porque se basa en algunas consideraciones de tipo igualitario, como mejorar las condiciones de las clases más pobres, abolir la desigualdad cultural y liberar a los ciudadanos de la ignorancia. De hecho, en algunos países se sospecha que la educación pueda llevar a rebeliones y revoluciones. Pero la alfabetización en masa no es,en realidad, mérito de la educación estatal. Se trataba de un fenómeno que estaba teniendo lugar a pesar de la oposición del propio estado, que había aumentado las tasas sobre el papel para frenar la difusión de documentos revolucionarios.

¿Es posible conciliar trabajo y vida personal?

Cuando se habla de conciliación se piensa automáticamente en conciliación familia-trabajo. Pero hay quien no tiene familia y tiene otros intereses que no siempre son compatibles con un trabajo remunerado. En cualquier caso, tener una vida con una cantidad de tiempo libre razonable y un trabajo asalariado es cada vez más difícil. Y para quien tiene familia, a menudo, los grandes perjudicados son los niños.

Os dejo un texto que he encontrado aquí

«LO IMPOSIBLE TRAS LA REFORMA LABORAL DEL 2012: SER MUJER TRABAJADORA Y CON HIJOS

Estadísticas recientes siguen mostrando que las mujeres europeas con niños pequeños tienen una tasa de actividad significativamente inferior a la de los hombres en las mismas circunstancias (EIGE informe de 2011). Uno de los últimos informes de la Comisión Europea destaca que un tercio de las mujeres con responsabilidades familiares o bien trabajan a tiempo parcial o bien se hallan inactivas. Estos datos ponen en evidencia, una vez más, que el reparto asimétrico de las tareas de cuidado entre  hombres y mujeres es el principal obstáculo para la emancipación económica de estas últimas.

¿Cuál es el planteamiento europeo ante este problema? Las políticas de conciliación de la vida laboral, familiar y personal que la Unión Europea recomienda a sus Estados Miembros tiene la mirada puesta en el objetivo de incorporar el mayor número posible de mujeres al mercado de trabajo (Estrategia de Lisboa, Europa 2020).

En plena crisis económica, los gobiernos europeos en el Consejo Europeo de Luxemburgo de 2011 reivindicaron de nuevo las políticas de conciliación como solución para hacer frente a la baja de la tasa de natalidad y al  envejecimiento demográfico. Eso sí, en el 2011 se han dejado atrás los objetivos marcado en el Consejo europeo de Barcelona (2002) donde se arrancó el compromiso de alcanzar una tasa de escolarización de hasta el 33% entre los menores de tres años. Esta vez los gobiernos europeos pusieron un mayor énfasis en la promoción de políticas favorables a la familia en el lugar de trabajo aunque  sin especificar su contenido y adoptando un enfoque unilateral en consonancia con la filosofía de la responsabilidad social de las empresas.

Cabe preguntarse, no obstante, hasta qué punto las políticas de conciliación que promueve la Unión Europea no son mera retórica cuando incluso en tiempos de bonanza la UE apelaba la necesidad de reducir el gasto social. Si nos atenemos a los hechos , probablemente sea la labor del Tribunal de Justicia de la Unión Europea la que haya contribuido a avanzar en el derecho de conciliación mediante una jurisprudencia que incorpora una prisma igualitario en las normativas nacionales sobre permisos y excedencias( por ejemplo, Asunto Roca Álvarez)

En mi opinión, el  enfoque de las políticas de conciliación deber ir dirigido a enmendar el mal de raíz y plantear un reparto más equilibrado de las responsabilidades familiares así como la igualdad de oportunidades en el empleo. La conciliación no puede identificarse en exclusiva con la política de permisos pues estos comportan la ausencia del trabajo e incluso, como se ha dicho tantas veces, contribuyen a reforzar los estereotipos.

Entre las muchas medidas encaminadas a compaginar una actividad profesional con las tareas de cuidados destacaría dos. Por supuesto, y en primer lugar, el apoyo del Estado de manera que el cuidado de hijos  y de familiares dependientes no sea un tema que deba resolver cada familia según su disponibilidad de tiempo y capacidad económica sino creando unos servicios públicos de cuidados de calidad. La otra segunda vertiente, a mi juicio muy importante, sería la del reconocimiento del derecho individual Para hacerla efectiva es necesario incorporar el derecho de la persona trabajadora a negociar con el empresario condiciones de horario y jornada de manera que se facilite el ejercicio de las responsabilidades familiares. Sobre este punto el Tribunal Constitucional inició en el 2007 una jurisprudencia prometedora pero titubeante que conecta el derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral con el derecho fundamental a la igualdad por razón de sexo (SSTC 3/2007, 24/2011, 26/2011).

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Ahora bien, de hacerse un balance de los temas de conciliación durante este período de crisis económica, ya sabemos que los recortes llevados a cabo por el gobierno estatal y las Comunidades Autónomas han afectado severamente a todas las partidas sociales si bien algunas medidas inciden muy especialmente en las políticas de conciliación: los recortes en el seguro de dependencia; la subida de las tasas de guarderías, la supresión del programa educa3 o bien el aplazamiento de la ampliación a cuatro semanas del permiso de paternidad. Todas estas medidas suponen un retroceso espectacular en el lento camino avanzado en temas de conciliación..

Sin embargo hay otras reformas del modelo de relaciones laborales más transversales y menos visibles desde la perspectiva de género que pueden tener un efecto especialmente perjudicial para las mujeres. Una es clara: con la reforma de pensiones de 2011 los trabajadores deben cotizar más años para acceder a la pensión de jubilación y esto penaliza más a las mujeres que tienen hijos.

Pero ha sido la reforma laboral de 2012, que precisamente el gobierno ha justificado en la necesidad de crear  empleo, la que ha transformado profundamente los principios y tutelas que regían  las relaciones laborales e implica un cambio de modelo aplaudido por las instituciones europeas.  Básicamente la reforma ha abaratado el despido y ha reforzado- hasta facilitar el autoritarismo- el poder del empresario quien ya no está obligado a negociar con los representantes de los trabajadores modificaciones sustanciales de las condiciones laborales de carácter colectivo. La reforma permite aumentar la flexibilidad de las condiciones de trabajo en beneficio exclusivamente de los intereses de la empresa. Así, por ejemplo, la nueva regulación permite que los trabajadores a tiempo parcial puedan realizar horas extras; que las empresas puedan desvincularse de los convenios colectivos del sector en materia de jornada, salarios y de conciliación o que éstas puedan modificar de forma unilateral y sustancialmente estas condiciones laborales.

En temas propiamente de conciliación, la reforma reduce el derecho a determinar su horario que tenían las trabajadoras que solicitaban reducción de jornada para cuidado de hijos y, por tanto, ahora sus posibilidades de compaginar el horario de trabajo con sus responsabilidades familiares se limitan seriamente pese al sacrificio salarial.

En definitiva, esta flexibilidad máxima en perjuicio del trabajador hará especialmente  difícil el acceso y la permanencia en un trabajo retribuido del colectivo de mujeres con hijos pequeños o con familiares dependientes. Me temo que la mayoría de retrocesos en la materia no obedecen a la necesidad de emprender medidas coyunturales para hacer frente a la crisis sino que responden a un cambio de modelo que puede alentar la vuelta a casa de las mujeres españolas. Y ésta una pésima noticia para la igualdad y para la lucha contra la pobreza infantil.

Me parece muy importante poner el acento en que la ansiada flexibilidad en la determinación de las condiciones de trabajo no puede significar que lo sea siempre en interés del empresario sino que las condiciones flexibles también deberían responder a un interés del trabajador en temas de conciliación.»

TEXTO “LA INFANCIA, ENTRE PASADO Y PRESENTE”. De Claudia E. Gerstenhaber.

Aquí encontré un texto sobre la infancia, cómo la crianza se ha ido modificando con el tiempo y algunas reflexiones sobre el modelo actual. Os dejo un resumen.

Algunas de las prácticas respecto a la infancia que eran habituales en otros tiempos hoy nos parecen abusivas o crueles, pero entonces el consenso les daba legitimidad y permanencia. El hecho de que estuvieran perfectamente integradas en la vida cotidiana significa que eran aceptadas. Viendo esto, convendría preguntarnos si nuestras prácticas actuales respecto a los niños son legítimas porque están socialmente aceptadas o si deberíamos cambiar algo.

Dicho esto, el texto habla también del mito del amor materno como algo instintivo. Habitualmente se considera que hay un sentimiento más acentuado en las mujeres que en los hombres de amor y protección a los niños, sobre todo los hijos, Y este sentimiento se considera un hecho natural, inmodificable e inevitable. Al plantearse si es algo “natural”, “innato” o “instintivo”, entra en un análisis de cómo se llevaba a cabo la crianza en otros tiempos, que es la parte del texto que más me ha llamado la atención.

Presenta algunos datos del París de 1700, afirmando que la mayor parte de las madres no criaban a sus propios hijos, sino que delegaban la crianza a nodrizas, y un número muy elevado moría antes de alcanzar la edad de un año. Como respuesta a la amenaza de despoblamiento de Europa, el texto afirma que se construye el mito del amor materno. Comienza entonces a recomendarse a las madres que se encarguen de sus propios hijos y se exalta la maternidad como una tarea envidiable y gratificante para las mujeres.

Pero antes de llegar a la creación de este mito, trata la infancia en el pasado. Cuenta que los niños han estado expuestos a la violencia, el maltrato y la muerte con mucha frecuencia, y que los documentos históricos nunca muestran a un historiador que ponga en duda estas costumbres. No lo presenta como una falta de amor, los padres de antes querían a sus hijos igual que los de hoy lo hacen aunque les peguen. Es más una falta de empatía y la aceptación social lo que llevaban a determinados comportamientos, que estaban justificados y legitimados. Habla de temas tan espeluznantes como el infanticidio, existiendo casas de nodrizas donde los niños eran asesinados cuando los padres ya no pagaban su manuntención. También menciona la entrega de los bebés a nodrizas como una forma de abandono, ya que permanecían en casa de las mismas hasta edades comprendidas entre los dos y los cinco años, costumbre que no desapareció hace tanto en Europa.

Posteriormente entra en el análisis de la infancia en el presente, centrándose en la institucionalización temprana y la cuestión de los límites y la disciplina. En el primer tema menciona una idea muy interesante: llevar a los bebés aún siendo muy pequeños a una guardería está aceptado y consensuado socialmente, pero simultáneamente las mujeres reciben mensajes exhortando a dedicarse personalmente al cuidado de sus hijos. Aquí el mito del amor materno entra en juego, transmitiendo a las madres que delegan el cuidado de sus bebés la idea de que no están cumpliendo con lo natural, con lo instintivo. Y a todo esto se le suma la dificultad de compatibilizar la maternidad con un empleo. Como los intereses del Estado están más del lado de que las mujeres se inserten en el sistema laboral, se justifica el delegar el cuidado de recién nacidos mediante las alabanzas de la institucionalización temprana.

Pasando a los límites y la disciplina, toca un punto clave: en qué medida persisten en nuestras prácticas modelos heredados y sobre qué concepción de la infancia se sostienen. En la puesta de límites y enseñanza de normas, hay modalidades que, aunque van cambiando en la forma, se basan en la concepción antigua de las relaciones con los niños. Un ejemplo sería el control externo como medio para que los niños frenen sus impulsos. El autocontrol se consigue para evitar así el sufrimiento que comporta el castigo. La consecuencia es que al desaparecer el control externo los niños se desbordan porque no han asumido los valores como propios. La solución pasaría por restringir las acciones inaceptables, prestando a la vez atención a las emociones que las causaron.

Se puede o no estar de acuerdo con muchas partes del texto, pero, desde luego, tiene ideas sobre las que reflexionar.